Paseo sus dedos sobre el enorme globo terráqueo y suspiro por enésima vez. El vestido blanco que le llegaba un poco más arriba de la rodilla con adornos de flores se cernía sobre su cuerpo, mostrando sus curvas y el pelo recogido le daba un toque salvaje por los mechones rebeldes corriendo por su rostro pero eso era lo último que le preocupaba. Miro a su alrededor sintiendo la mirada de las demás personas sobre ellas y Lullaby se levantó para poder acercarse más al globo haciéndolo rodar, era difícil no llamar la atención con aquellos hombres vestidos de negro a su alrededor, algo, que según su opinión era muy cliché.
No era la primera vez que entraba aquella biblioteca, solo que no espero en ningún que su abuelo la acompase, según él quería saber sobre la dirección del lugar pero Lulla estaba al tanto de su intención de querer meterla dentro de los negocios familiares, algo donde no tenía ni el minino interés. Suspiro de nuevo y miro a la gran puerta que se extendía delante de ella, ajena al aburrimiento, su vista se enfocó de nuevo en la tierra, casi se podría decir que brillaron por unos momentos, sin llamar mucho la atención, ejerció su fuerza sobre humana para sacar al gran globo de su lugar y hacerlo rodar.
Como estaba previsto, el globo terráqueo llamó la atención de las personas dándole los minutos adecuados para escaparse, en pasos rápidos pero silenciosos se dirigió hacia la escalera de caracol y termino en el tercer piso, se apoyó en el barandal mirando hacia abajo, sus "acompañantes" estaban haciendo un alboroto al no verla en el sillón rojizo donde se encontraba. — No te alegres todavía. — Pensó, dándole la espalda al enorme vació entro a un pequeño corredor que daba a algo que parecía un millón de puertas, si no mal recordaba esa debía ser la puerta la que contaba como un salón de descanso, a esas horas el lugar se encontraba repleto de personas y no seria muy fácil encontrarla allí.
— Debe estar por aquí. — Moviéndose entre las personas, las cuales casi no se daban cuenta de que una modelo bastante reconocida paseaba por su lado, asomo la cabeza por el hombro de una persona y una sonrisa cálida se posó en sus labios cuando vio su asiento favorito libre junto a la ventana que daba una amplia vista hacia el jardín de la biblioteca, hizo lo posible para no correr hacia el lugar para, casi saltar sobre el asiento y mirar hacia afuera.
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