Si algo no había llegado entender de Mai san era el hecho que me estaba evitando después de aquella declaración, pero no se molestaba conmigo solo no me hablaba mucho. Su mirada me evadía poniéndose roja  aunque a mí a veces me pasaba aquella sensación solo que yo trataba de disimular, solo me había puesto de ese modo cuando había tocado mi cola sin mi consentimiento, había estado investigando un poco la sensación y no pude más que dejarla como que me había excitado muy a mi modo

—Sabes Mai, hace días que te veo muy distante deberíamos entrenar o hacer alguna actividad ambos, sirve que tu practiques en cosas en movimiento y yo los míos. — Le daba una bolsa donde llevaba una de sus armas con las que practicaba, necesitaba hacer algo para romper el hielo.
—Tal vez después de hacer eso puedas ver aquella película que rentaste, no sé de qué trata pero sería bueno verla, claro pero tu preparas las botanas al final, ¿vale? — Sonreí ante esa pequeño acto aunque la caja de cierta película me daba mala espina, yo era raro que me sentara a ver películas a no ser que fuesen de acción, pero no desaprovecharía tal oportunidad de hacer algo los dos.

Paso un rato que ya casi no podía ver y no deseaba arriesgar a que pasara algo, suspire no era cansancio solo un tanto de fastidio porque me sentí pegajoso. —Mai, ¿le parece si detenemos esto?, no se ya es tarde sería bueno ir aquella película que quede en ver con usted, por otro lado deseo darme una pequeña ducha me siento un poco mal, no creo que desee que me sienta a su lado oliendo así. — Los de nuestra raza teníamos un humor más fuerte que el de un humano, supuse que o era muy atractivo para ella o tal vez horrendo y nauseabundo.

Le pedí prestado el baño que me gustaba que fuera estilo oriental y era justo el cuarto en el que pondría la película, al salir no había recordado que no me lleve mi ropa, iba a ser muy descarado si le mandaba pedir ciertas prendas, a lo que salí muy despacio viendo que la joven estaba adelantando o quitando el dvd, no supe que pasaba en realidad.  —Trata de no voltear, se me olvido los boxers y mi ropa, ¿por cierto de que es la película?, te ves entretenida…— No quise agregar que sonaba rara, no quería prestarle atención hasta que me explicara en realidad, aunque no debía ser un genio pues escuchaba gemidos leves mientras había estado en reproducción cierta dvd.

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No había notado que mi toalla se había medio aflojado cuando buscaba entre el peinador aquella ropa interior, no tuve nunca la intención de mostrarle mi miembro ni de ofenderla así que nuevamente me tape tomando el bóxer que necesitaba poniéndolo en mi hombro. —Claramente te dije “no vayas a voltear”, ¿acaso te hubiera gustado ir hasta el baño a entregarme mi ropa?, no creo…Ni eres mi esposa, ya dejaste en claro “solo eres mi ama tampoco soy tu novia.” — No le daba tanta importancia a la cola, pues llegaba a salir, suspiraba levemente.

—¿Entonces?, ¿de qué se supone que es la película?, no me digas que te atraen ver películas de adultos, vaya eso si es algo nuevo. —No era tan novedoso para mí, recordaba las capsulas llenas y llenas de porno, por no decir que hasta cintas de mi padre y mi madre estaban incluidas las cuales por cierto respeto no veía.  —Bueno, creo que debo respetar que quieras ver sola la película, solo quería que los dos hiciéramos alguna actividad, por otro lado agradezco el entrenamiento ya que fue divertido “Mai”. — Me di la vuelta yendo otra vez y de forma lenta hacía el cuarto del baño, solo que saldría de forma sigilosa para dejarle ver aquella cinta, no creía que Mai tuviera ganas de tener un encuentro amoroso u algo por el estilo.

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Una vez que me vestí me quede pensando en que iba a hacer de comer, por otro lado estaba entre mi mente que debía estar molesta ante ello, pero mi madre siempre me había enseñado a afrontar las malas situaciones, había escuchado la puerta intuitivamente supe que se iba a salir, pero mire por la ventana que comenzaba a llover, así que terminaba la comida dejándola solo lista para comer, me salí de forma sencilla solo que lleve la sombrilla que teníamos a lo cual me puse en alerta para detectar su ki, a la primera no la detecte si no que me desvié a la panadería llevando algo de pan dulce y leche, luego de alertarme al sentir su presencia me detuve era en videoclub donde estaba regresando aquel dvd.

Entre de forma despistada, luego de notar que estaba molesta tomándola del hombro fingiendo algo para que no se viera tan mal, ya que seguro fue un mal entendido. —Disculpa “mi amor”, yo puse ese dvd ahí para hacerte una broma, quería ver tu rostro aquella porno, no hagas nada contra el pobre señor. — Era capaz y arremeter una patada contra el señor si realmente estaba muy molesta. —Mejor vamos a ver que otra película te apetece ver, sí que nos la cambien y ya. — Le dije tomándola del hombro, llevando también la caja de la dichosa película.

Me la lleve justo al pasillo me le quede viendo un tanto serio. —No quiero que te vean mal, sé que no es mi problema pero…En realidad me hubiera gustado verla, esta u otra más…— Le dije dándosela no sabía si realmente la iba a cambiar o no, a lo que de pronto escuche unos sonidos de niños jugando entre el pasillo estaban cambiando los dvd y el señor no se había dado cuenta.

—Supongo que después de todo ya sabes la respuesta…Fueron los niños traviesos que cambiaron la película, ¿Qué harás?, escoge cualquiera y la vemos solo que asegúrate que sea esa misma que quieras ver, a no ser que quieras ver esta jejeje. — Levantaba el dvd señalando, luego de notar que estaba lloviendo más fuerte. —Sabes…Deberíamos apurarnos, va llover más y te puedes enfermar. — Llevaba el paraguas honestamente yo no necesitaba pues poseía muy buena salud pero me preocupaba su bienestar.

—Nunca mal pensaría de ti. — Dije de una forma que solo ella escuchase, era orgullosa y no la iba a repetir, pero era mi forma de querer arreglar dichoso entendido, al final de cuentas le había dicho al señor que éramos pareja y debía pensar que un matrimonio joven pues yo ya estaba en esa edad al igual que Mai.

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—Eh…Bueno. — Me había sorprendido pues no era lo que estaba tratando de decir, pero supuse que no tenía nada de malo, de alguna era como cualquier película solo que con cosas visuales, ella era una mujer y no llegaría lejos si no lo deseaba.

—Es una película como cualquier otra, por otro lado hay unas que tienen buenas historias, como en los libros eróticos. — Si leía muy a escondidas aquella clase de libros, pero no trataba de excitarme  o cosas de esas, pero tampoco negaba que me llamaban la atención y era una clase de cultura, por otro lado daban ideas para tener sexo más placentero con tu pareja o ese era mi clase de pensamiento ante ello.
—Está bien, voy a ver que me llevo. — Los niños habían sido ingeniosos, casi todas las películas de acción tenían una película algo subida, por otro lado las que tenían una portada para adultos eran de ciencia ficción o de niños, así que tome dos, una de ciencia ficción y la otra era de terror que seguro tenía que ver solo.

—Mai…— Ya no usaba ni un sustantivo como (chan o san), no lo veía correcto por el tipo de relación, volteaba de un lado a otro al ver que la había perdido de vista hasta que regreso, —si bueno supongo que estas dos son buenas. — Le mostré la caja, hasta gracia me daba al abrir el dvd y mostrar que realmente era una película normal y la tapadera de adultos.
—Toma— Le di la bolsa con pan y leche que llevaba al igual que el paraguas por si se deseaba adelantar, yo iba a pagar la renta de las películas y llevarme la que por defaut había rentado antes Mai. —Supongo que ahora si regresaremos a casa, comeremos y ya. — Según yo era una noche tranquila regresando a casa para ver aquellas cosas.

Le pedí que nos sentáramos a cenar para después ver la película, no importaba pues si era a lado de ella. —Ya que terminamos, ¿quieres ver alguna?, ya es un poco tarde solo alcanzarías a ver una. — Le dije poniendo aquel dvd que la mayor había rentado, por otro lado algo que me emocionaba un poco era ver una “porno a sonido elevado”, no es que fuese pervertido pero algo me gustaba era el sonido un tanto fingido de los gemidos ajenos

La película no había comenzado pero me acomode como si fuese cualquier cosa, luego de ver a Mai.  —Deseo preguntarte algo, no lo tomes a mal ni mucho menos que pienso de otra manera de ti. — Le mencione tomando a esta de la mano, tal vez porque quería prever las acciones.  —De donde vine no había muchas mujeres, yo no veía cosas de esas con esta libertad, siempre fui muy tranquilo aunque pienses lo contrario por mi iniciativa, solo deseo estar a tu lado tal cual una cita ya que vivimos juntos desde hace unos meses, por otro lado tengo curiosidad, ¿Qué pasa por tu mente al verlas?, realmente no soy muy visual. — Aclarando ello, hice un pequeño gesto pensando, pues lo que a mí me atraía era aquellos golpes en batallas, al igual cuando leía un poco imaginando, pero no quise mencionar nada pues deseaba saber que pensaba.

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—Bueno, no sé si sea tan necesario eso. —Le respondí sobre lo de parar la cinta o taparme con un cojin. —En cierta forma cuando entrenas en artes marciales, te piden mucha concentración, tengo un mi mente clara ante ello o aparte, tu misma me has visto entrenar casi nunca pierdo el control de ello. —
No quise contradecir que no se notaba, bueno si eras observador en el lenguaje corporal como que eran como un gato arisco, pero no quise hacer esa comparación capaz y me diera una patada para caer de la cama o fuese a saber, con el ki tan bajo me iba a dar un buen golpe e inesperado para eso.

Me quede serio al escuchar que me iba a cuestionar a mí también, con Mai no se sabía nunca. —Realmente vi unas que tenía mi abuelo en los almacenes, las descubrí una vez que mi madre me había pedido una pieza clave para un invento, había revistas tanto heterosexual como lésbicas y gays, pero solo veía con curiosidad, al igual las películas, si daban sentimientos encontrados o cosquilleos pero teniendo en cuenta que fue hace 13 años todo eso, no creo que pase algo de momento; supongo que respetaría muchas cosas pues no soy de esas personas de querer una amante, respeto a las chicas y me has dejado en claro que solo soy un acompañante. — Esa era mi respuesta clara ante ello, por otro lado si pasaba no me gustaría que Mai quedara embarazada no me sentía preparado para ser un padre sin compromiso de por medio.

Solté ligeramente su mano, a la mejor ella esperaba otras respuestas, pero era así muy serio ante las chicas pues relación con alguna nunca tuve, solo las salvaba decían gracias y se terminaba mi grata acción del día, me sentí un tanto mal por ello ya que muchos presumían de que se habían enamorado y yo siempre estuve sin conocer una, ahora que la tenía ahí me veía como simple acompañante de labores.

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Ese ligero silencio no me gusto, para mí fue muy incómodo tanto que la observaba de reojo, quería decir algo pero ella simplemente no me daba partida a preguntar si algo andaba mal, subí el sonido de la película pues si estaba bien como dijo ella me quede de aquella forma como “si realmente me interesara cierta película”, mi ki aunque ella no estaba acostumbrada a sentirlo tal cual lo hacía yo para guiarme lo baje a 0, quería saber que estaba haciendo sin que se diera cuenta de que estaba interesado más en ella que una simple película.

—¿Cuál es el motivo? — Le pregunte así de forma seria luego de tomar la iniciativa acercándome a ella, si no me quería cerca ahora tenía que encararme diciendo las cosas. —No quiero meterme mucho en tu espacio personal, pero no soy de los que me gusten ver a una mujer llorando y menos a una tan fuerte, pero tampoco sé por qué, no debes llorar por una respuesta la cual no deseabas escuchar. — No me importaba si tomaba un arma y me disparaba o me empujara al final de cuentas no se podía sentir como aquel daño por el cual la había hecho llorar.

—Es verdad lo que mencionaste aquella noche ebria, ¿yo te gusto? — Me quedaba viendo de forma detenida al igual que serio ante ello, no la iba a dejar que me evitara ahora pues necesitaba una respuesta si su respuesta no era clara iba a empeorar todo. —Si no quieres que te siga tratando como a una compañera responde, yo me doy cuenta de las cosas pero no quiero decirlas al menos que tú lo hagas quiero que salgan de tu boca, ¿entiendes?. — Nunca note lo tan cercas que estábamos ni la posición que yo tuve al enfrentarla mientras se escuchaban los murmullos de la cinta, casi estuve a punto de alejarme de golpe pero al hacer aquel movimiento torpe mi mano se fue derecho a su pecho, no tuvo nada de lógica pero era casi justo para no caer del sofá. —Yo …—

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—Está bien, culpemos la película. — Sabía que en un momento a otro me iba a dar gracia eso, pero también estaba algo sorprendido porque ella no se atrevía a decirme aquellas cosas, no sabía cuál era la verdadera razón de todo este alboroto. —Porque así lo marcaste en un principio, me rechazaste y cada que estábamos haciendo cosas juntos no me dejabas avanzar hasta ese día, pero no supe si realmente estabas muy ebria o lo estabas tratando de aclarar, quise poner todo en claro que no había nada de por medio por respeto, pero no quiere decir que sienta algo, solo me frenaba. —

De algún modo no era válido en mi mente excitarme con ella, pero al escuchar esas palabras a no ser que me parase, no lo iba a hacer, tenía en cuenta que solo tuve bases de conocimiento por los libros eróticos, revistas de mi abuelo y una que otra cinta poco educativa de mi padre y mi madre haciendo cosas que no llegaba a comprender del todo a una tierna edad, más por el simple hecho de que mi vida estaba en medio de un infierno en la tierra.

Bese de forma delicada sus dedos luego de acercarme a su oído. —Debo suponer que ya puedo alardear que tengo una novia. — Ese susurro lo hice de una manera provocativa al mismo tiempo de retomar una pose un tanto posesiva reclamando que la quería solo para mí, resople un poco para juguetear con el lóbulo de su oído, viendo de reojo también aquellas escenas que no tardaron tanto en hacer efecto entre ambos.

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Me recordó a el temperamento que se cargaba mi padre, que era totalmente voluble diciendo algo y luego lo reponía volteando todo de una forma calculadora que solo mi madre sabía domar a diestra y siniestra a lo cual me tuve que conformar sentarme viendo aquellos movimientos en la película, no era muy novedoso para mí solo lo único y por así decirlo extraño era que estaba acompañado de Mai, a lo cual supuse que fue afirmación de ser mi pareja muy a su modo.

Me quede quieto por aquellos minutos que me había detenido y no llegar a nada, si me pasaba por mi mente algo de curiosidad de saber que se siente, pero no era digno de hacer una petición así poco caballerosa, pero su lenguaje corporal fue hablando por sí solo ya que no tenía que ser un genio para saber lo que me estaba proponiendo. —A la otra te voy a imponer un ligero castigo, si no lo dices voy a hacer el que no voy a entender, hasta que lo digas claramente. — Quizás así sería más clara, no solo iba a ser dominante por mi bien me gustaba aquella faceta clara que me mostraba continuamente pero yo no era tan dejado para ello.

Aquellos movimientos que comenzaba hacer por instinto, la tome de la cadera apretando ligeramente sus glúteos, queriéndome apoderarme de ella, aquel mordisco fue una inyección de emoción, la cual dejo que saliera un pequeño sonido ahogado de mi garganta, por alguna razón se me dibujo una ligera sonrisa y no cualquiera si no era las que usaba cuando me enfrentaba a alguien.

—Eres algo extraña. — Le mencionaba al quedarme claro todo, con algo de pudor mordí su cuello de una forma significativa tal vez de posesión haciendo un pequeño y no tan bien visto moretón en su cuello, si refunfuñaría no lo sabía pero por lo menos era algo que siempre estaba presente en mí en hacerle saber que era muy posesivo con mis cosas.

Lamí aquella parte de su cuello con delicadeza, bajando de forma lenta con besos, para que entrase más en pasión, desabotonaba la parte de la chaquetilla verde que siempre llevaba, en cuanto termine la observe para ser más evidente y quitarla sin permiso alguno, al igual que el conjunto de abajo a no ser que me pidiera que me detuviera o ella misma me ayudase con quitarse una, eso no estaba nada mal.
Yo hice casi lo mismo, pero solo quitándome la parte de la camiseta sin mangas, seguro le era raro verme sin algo encima ya que hacía pocas horas que me había visto por primera vez sin algo, pero todo había salido de mal en peor.

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